El profeta Elías ocupa un lugar importantísimo en la historia religiosa judía, cristiana y musulmana. Tanto en el antiguo, el nuevo testamento y el Corán se hace referencia a Elías como la persona que dirigió al pueblo judío a creer en el único y verdadero Dios.
Ícono ruso del profeta Elías
Según la Biblia, Elías retó a los sacerdotes del falso dios Baal a que probaran su veracidad haciendo que leña puesta en diferentes altares se encendieran invocando cada grupo a su dios. Después de mucho esfuerzo, la leña no se encendió en el altar a Baal. Cuando Elías invocó a Jehová a pesar de la lluvia y condiciones desfavorables, la leña del altar a Jehová se encendió.
En el Monte Carmelo en Haifa, Israel existe una cueva llamada» La cueva de Elías»en la que se dice que allí se alojaba el profeta.
Referencias bíblicas a Elías aparecen en 1 Reyes y 2 Reyes entre otras muchas. Elías vivió 900 años antes de Jesucristo y resucitó al niño muerto de una viuda a la que anteriormente había milagrosamente alimentado. (ver http://en.wikipedia.org/wiki/Elijah)
Elías no fue enterrado sino que ascendió al cielo en un carro de fuego. Entre las profecías para la venida del Mesías estaba que Elías tenía que venir antes. Una de las razones por la que los judíos de hace dos mil años, y los presentes, no aceptan a Jesús es porque dicen que esa profecía no se cumplió. Sin embargo Jesucristo dijo que sí. Los rabinos de la época esperaban el cumplimiento literal de la profecía. Esperaban que el mismo Elías que había vivido 900 años antes y que se había ido al cielo en un carro de fuego regresara literalmente. Seguramente si alguien les decía que eso no era posible le contestaban que era que no tenían fe, que había que aceptar literalmente el libro sagrado.
¿No estará ocurriendo lo mismo ahora?
William Miller y el 23 de mayo de 1844 